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Ingredientes para el relleno: 50 g de níscalos. 100 g de champiñones. 200 g de brotes de ajos. 100 g de cebollitas frescas. 25 g de mantequilla. 20 g de harina. 250 ml de leche. 1/2 vaso de vino blanco seco. 3 cucharadas de ron. Aceite de oliva. Sal. 1/2 litro de salsa bechamel. Limpiamos las alcachofas retirando las hojas externas duras, el rabo y la parte superior. Rociamos con limón y vaciamos un poco con la cucharilla especial. Hervimos con abundante agua y sal unos 15 minutos y las dejamos escurrir sobre papel absorbente. Picamos la pulpa extraída de las alcachofas con las cebollitas y estofamos con un poco de aceite y mantequilla sin dejar que se dore la cebolla. Añadimos las setas cortadas en trozos pequeños, junto con los champiñones y los brotes de ajos. Cocemos unos segundos y añadimos la harina, rociamos con el vino y el ron y flambeamos, y finalmente añadimos la leche. Salpimentamos y dejamos que espese. Rellenamos con esta preparación las alcachofas. Elaboramos la salsa bechamel: calentamos la mantequilla en un cazo, añadimos la harina, dejamos cocer y rociamos con la leche. Sazonamos con sal, pimienta y nuez moscada y dejamos hervir unos minutos. Cubrimos las alcachofas con la salsa, espolvoreamos con el queso rallado y dejamos gratinar en el horno.